Otegui ya dijo que para lograr una Euskadi libre, antes había que romper España. Y los separatistas catalanes también están en ello.
Se trata por tanto de una declaración de guerra contra la Ley y la Democracia en España, cuya dirección actual la lleva Pedro Sánchez sin importarle las consecuencias ni el precio a pagar por continuar en su puesto. Sus cómplices, incluido el ambiguo Presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, son piezas imprescindibles en el tablero de juego.
Vamos hacia la Resistencia Civil como única medida, aparte de las Demandas Judiciales, para frenar a este traidor.
Esa Resistencia Civil ha de comenzar por los propios vascos y catalanes que no acuden a votar, o simplemente y de manera suicida se desentienden de la política que les está hundiendo. A estos Ciudadanos les siguen, como co-responsables de esta ruina, los Líderes del PP y de Vox, que no acaban de unir sus fuerzas con las de la propia Sociedad Civil.
El resto de Ciudadanos, más de la mitad, volveremos a las calles, y no nos matarán como en Venezuela, pero intentarán darnos la «Muerte Civil».
No lo conseguirán: España a la calle. Otra vez.
Pedro Sánchez y la destrucción de España
«Primero fueron los indultos. Luego la amnistía. Ahora la independencia fiscal y económica de Cataluña acordada con Esquerra Republicana de Catalunya y ratificada ayer por las bases. Naturalmente falta el referéndum. Aunque vista la carrera emprendida por Sánchez para satisfacer a los separatistas de todo bando y condición, incluidos naturalmente los post terroristas, quizás ya no fuera necesario»…
Fuentes: