España bajo el Yugo

«España bajo el yugo de una democracia fallida: Ciudadanos impasibles ante la concentración de poder de Pedro Sánchez»

Análisis: Población reprimida por una democracia injusta

En los últimos años, España ha experimentado un fenómeno político preocupante: la concentración progresiva de poder en manos del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Este proceso, que algunos califican como una deriva autoritaria, ha generado un clima de descontento y desesperanza entre amplios sectores de la población. Sin embargo, lo más llamativo no es solo la actitud del gobierno, sino la aparente pasividad de los ciudadanos, que observan distantes mientras se erosionan los pilares de la democracia.

Concentración de poder: ¿Hacia una dictadura encubierta?

Pedro Sánchez ha logrado consolidar un control sin precedentes sobre los principales poderes del Estado. Desde el uso estratégico de decretos-ley para eludir el debate parlamentario hasta la influencia sobre instituciones clave como el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial y los medios de comunicación públicos, su gobierno ha sido acusado de socavar los contrapesos democráticos. Esta centralización del poder no solo debilita la separación de poderes, sino que también limita la capacidad de los ciudadanos para exigir responsabilidades a sus gobernantes.

Ciudadanos impasibles: ¿Resignación o miedo?

Frente a esta situación, llama la atención la aparente pasividad de la población. Aunque hay manifestaciones y críticas puntuales, no se ha producido un movimiento ciudadano masivo que exija un cambio de rumbo. Esta inacción puede interpretarse de varias maneras:

  1. Desencanto político: Muchos ciudadanos han perdido la fe en las instituciones y en la capacidad de la política para resolver sus problemas. Este desencanto se traduce en apatía y desinterés.
  2. Miedo a represalias: En un clima de polarización política, algunos temen las consecuencias de expresar abiertamente su descontento, ya sea por miedo a la censura o a represalias sociales.
  3. Falta de liderazgo oposición: La fragmentación de la oposición y la falta de un discurso cohesionado han dificultado la articulación de una respuesta efectiva frente a las acciones del gobierno.

Una democracia injusta: ¿Quién defiende al ciudadano?

El concepto de democracia se basa en la idea de que el poder emana del pueblo y que los gobernantes deben servir a los intereses de la ciudadanía. Sin embargo, en el caso de España, muchos sienten que esta premisa se ha invertido: el gobierno actúa en beneficio propio o de grupos afines, mientras que la población se siente cada vez más marginada y reprimida. La falta de transparencia, la instrumentalización de las instituciones y el uso partidista de los recursos públicos son síntomas de una democracia que ha perdido su rumbo.

¿Hacia dónde va España?

La concentración de poder y la pasividad ciudadana plantean serias dudas sobre el futuro de España como democracia plena. Si no se revierte esta tendencia, el país podría caer en una espiral de autoritarismo, donde las libertades individuales y los derechos fundamentales queden supeditados a los intereses de unos pocos. Para evitarlo, es urgente que los ciudadanos recuperen su voz y exijan un cambio. La democracia no es un regalo, sino una conquista que requiere vigilancia y participación constante.

Conclusión

España se encuentra en una encrucijada. Por un lado, un gobierno que acumula poder y debilita los contrapesos democráticos; por otro, una ciudadanía que, aunque descontenta, parece paralizada por el desencanto y el miedo. La pregunta que queda en el aire es: ¿despertará la sociedad española a tiempo para defender su democracia, o permitirá que esta se convierta en una mera fachada de lo que alguna vez fue? El futuro del país depende de la respuesta.

Sin embargo, en este panorama sombrío, surge una luz de esperanza desde la sociedad civil. La –PLATAFORMA POR LA ESPAÑA CONSTITUCIONALjunto con otras entidades de la sociedad civil, a la que también se encuentra adherida la Iniciativa 2028 de la sociedad civil, se perfila como un frente de resistencia y freno a esta deriva autoritaria. Estos movimientos ciudadanos, impulsados con determinación para restaurar los principios democráticos y el Estado de derecho en España, se está convirtiendo en un referente para quienes exigen el cumplimiento de la Ley y reglas de juego democráticas, transparencia, justicia y una verdadera representación política. Su creciente apoyo ciudadano demuestra que, incluso en los momentos más críticos, la sociedad tiene el poder de recuperar el control y frenar los abusos del poder.

Esta realidad debe ser analizada y comprendida no solo por los ciudadanos españoles, sino también por las instituciones internacionales que velan por la democracia y el Estado de derecho.

Fuentes:

i28

 

 


Autor: Francisco Pajuelo Trejo | Artículos de Francisco Pajuelo Trejo
Metalúrgico. Diseñador Industrial en empresas de automoción.

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