Todo servidor público percibe una nómina o sueldo por su servicio, el cual es complementado a veces con dietas. Para altos cargos se dispone también de otras compensaciones en especie, tales como residencia, transporte oficial, conductores, escoltas, vestuario, gastos de protocolo, etc. Y en países democráticos, todo ello se regula por normas y con transparencia.
El mismo Rey y Jefe del Estado español, por ejemplo, da cuenta de todos sus viajes, gastos, acompañamientos, e incluso de cada obsequio que recibe, al ser entregado en una relación de artículos que es controlada por Patrimonio Nacional. Todo ello en favor de la transparencia, siendo además auditado debidamente.
En cambio, el Presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido que ser obligado por el Consejo de Transparencia a poner fin al supuesto secretismo de su “Barra libre” y simplemente dar cuenta de sus viajes, invitados, etc. al haberse negado en primera instancia a la debida transparencia que todo servidor público ha de ofrecer para con el presupuesto que pagamos entre todos los españoles. El supuesto truco de usar aviones y helicópteros alegando secretismo para acudir a actos particulares y montando coartadas con actos institucionales en paralelo no son propios de países democráticos, y tampoco rellenar palacios y residencias públicas con invitados y “Barra libre”. Si un alto cargo acude a un acto particular, o tiene invitados en casa, ha de pagar el suplemento de la fiesta de su propio bolsillo (transportes por asuntos privados, consumiciones de invitados, etc.).
Estamos seguros de que el comportamiento de nuestro Presidente en este asunto habrá sido impecable, pero la transparencia exige también demostrarlo y auditarlo.
Veamos el siguiente artículo de Antonio R. Naranjo en El Debate tratando este espinoso asunto.
Sánchez, obligado a desvelar los acompañantes y los gastos de sus 88 días de vacaciones en palacios
«El líder del PSOE recibe un varapalo legal que le fuerza a revelar quiénes le acompañan en sus temporadas de ocio y cuánto dinero le cuesta todo ello al contribuyente».
Antonio Naranjo
- Periodista.
- Analista Político.