El reciente Congreso de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) en España ha generado controversia al ser percibido por muchos como un evento más centrado en el adoctrinamiento ideológico que en abordar las necesidades reales de las personas trans en contextos más desafiantes.
Mientras en España y otros países occidentales los derechos de las personas trans han avanzado notablemente, el Movimiento Trans parece estar desviando su atención de las atrocidades que sufren estas personas en naciones como Irán, Afganistán, y otras partes del mundo donde la persecución, la violencia y la opresión son la norma.
Congreso de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH)
Por un lado, la WPATH se enfoca en entrenar y educar a los profesionales de la salud, pero, en lugar de hacerlo en países que enfrentan crisis humanitarias evidentes para las personas trans, se elige España, donde ya existen protecciones legales significativas. Este enfoque levanta la pregunta: ¿por qué no se organizan eventos en lugares donde las vidas de las personas trans están verdaderamente en peligro? De este modo, se podría argumentar que el evento es más un ejercicio de propaganda y adoctrinamiento ideológico que un esfuerzo real por defender los derechos humanos de las personas trans en países donde son marginadas, maltratadas o incluso asesinadas.
Identidad de género
Además, hay una creciente tendencia a la «homogeneización» de la identidad de género que está siendo promovida en algunos países occidentales, como Estados Unidos, Argentina y El Salvador, donde se ha eliminado cualquier noción de género fuera de los binarios de hombre y mujer. En estos lugares, las leyes y normativas han comenzado a eliminar la posibilidad de reconocer a las personas que no se ajustan a esta división estricta. En el caso de Estados Unidos, el reciente retroceso de derechos en varios estados y la restricción de la identidad de género fuera del binomio hombre/mujer se suma a una tendencia creciente de forzar un entendimiento simplificado y limitante de la identidad de género, lo cual deja a quienes no encajan en estos moldes en una situación aún más precaria.
Lo que resulta irónico es que, mientras en algunos de estos países se está reconfigurando la identidad de género de manera más restrictiva y binaria, en lugares como España el Movimiento Trans sigue centrado en la visibilización de una agenda que puede ser percibida como occidentalizada y desconectada de las luchas reales en lugares donde los derechos trans están lejos de ser una prioridad.
El Congreso de la WPATH, entonces, podría verse como un reflejo de este enfoque desconectado, donde la agenda trans se está centrando en la «ideología» más que en la «acción» concreta para mejorar la vida de las personas trans en situaciones extremas de opresión.
Y todo lo anterior oculta el grave problema de las operaciones quirúrgicas contra la naturaleza física de personas, con intervenciones que provocan graves consecuencias, primero fisiológicas u orgánicas, seguidas luego de frustraciones sicológicas.
¿Realmente estamos luchando por la libertad y la igualdad de las personas trans a nivel global, o simplemente estamos promoviendo una visión que solo se aplica en ciertos contextos privilegiados?
El movimiento mundial trans se reúne en España para entrenar y adoctrinar a profesionales de la salud de todo el mundo
«El movimiento mundial trans está viviendo un momento de crisis en muchos países occidentales, donde la evidencia científica ha comenzado a desmantelar sus postulados ideológicos aberrantes. Sin embargo, en España, el Gobierno socialista-comunista de Pedro Sánchez sigue respaldando y promoviendo esta agenda radical, permitiendo que España se convierta en su refugio donde elaborar estrategias de actuación y adoctrinamiento»…
Fuentes