Compartimos este certero artículo de «Avizor», que describe el Autogolpe de Estado y bandera victimista que Sánchez está impulsando: Pedro Sánchez es un político maquiavélico, astuto, manipulador, carente de escrúpulos y radicalmente posibilista, personalidad que le permite ser especialmente ágil y eficaz en sus tácticas políticas y de comunicación.
AUTOGOLPE DE ESTADO Y BANDERA VICTIMISTA
Estamos ante un personaje que hace de la necesidad virtud, con una desfachatez que raya en el virtuosismo, eso sí, con la certeza de que la opinión publicada por los medios, ya que la subvención les obliga a ello, va a bendecir todos sus quiebros tácticos por muy radicales que éstos sean.
Pedro Sánchez ha dirigido la negociación de su investidura con los partidos políticos protagonistas del golpe de Estado de 2017 en Cataluña, negociación que ha desembocado en un acuerdo abiertamente anticonstitucional para promulgar una ley de amnistía que vulnera el estado de Derecho, sin que las instituciones de contrapoder o control democrático lo hayan podido impedir hasta éste momento. La bandera del victimismo más espurio, que ondean permanentemente los golpistas catalanes con gran éxito, ha actuado eficazmente como justificación última del proceso golpista, sentando un claro precedente de los crecientes réditos que rinde la táctica victimista.
Ante el asedio al que está sometido Pedro Sánchez, por tierra, el PSOE, mar, su gobierno y aire, su propia familia, consecuencia de la multiplicación de relevantes indicios de corrupción que les afectan, parece haber tomado ejemplo de sus socios golpistas catalanes, desplegando sobre sí mismo la bandera victimista para enfrentarse a ese creciente asedio que amenaza con arruinar su proyecto político. Asumiendo esa táctica, habría iniciado un furibundo contraataque, con todas sus artillerías políticas y mediáticas bombardeando a la opinión pública, con el mensaje de una víctima, Pedro Sánchez, <<atacada alevosamente por una oposición política y mediática enemiga del progreso y de la democracia>>.
Esa agresiva táctica defensiva – ofensiva tendría como objetivo el reforzar sus alianzas políticas y fortalecer su estrategia de asalto y colonización de las instituciones de contrapoder democrático, adueñándose de aquellas escasas pero críticas áreas de poder que le restan por conquistar, al tiempo que descabeza a los medios de comunicación hostiles y obstaculiza gravemente la posibilidad de alternancia política.
La reciente constatación de la debilidad de la democracia española, permitiendo que los responsables del golpe de Estado en Cataluña puedan ver borrados sus delitos y se les faculte para que fiscalicen a los jueces que los enjuiciaron, crea un gravísimo precedente en el que Pedro Sánchez podría apoyarse para culminar su asalto al sistema democrático, sin asumir un riesgo excesivo.
La conjunción de la táctica victimista con la ya instalada asimetría inversa del relato político, en un marco de acusada debilidad institucional, podría catapultar a Pedro Sánchez, en un próximo futuro, hasta el objetivo que con tanto ahínco persigue, la instauración de una autocracia.
«Avizor»
Fuentes:
