La memoria es la hermana bastarda de la Historia, pues no bebe de las fuentes y datos contrastados, sino de ideologías e intereses.
La mentira de la Memoria Democrática
Ejemplo de ello, es la Leyenda Negra contra España, o la mentira de la Ley de Memoria Democrática. Y es que, esta Ley, ni siquiera es Democrática pues, no sólo no se basa en la ciencia de la Historia, sino que se impone por un bloque de Partidos interesados en manipular las mentes de sus adeptos, siguiendo el más puro estilo de recientes producciones documentales para Netflix.
Un despreocupado Rajoy, dejó sin fondos la anterior Ley de Memoria Histórica de Zapatero, sin atreverse a corregirla y, ahora Sánchez, manejado por intereses y venganzas contra España, la ha revivido y revestido de mayor falsedad y sectarismo.
Los muertos de nuestra fratricida Guerra Civil, no son iguales, lo cual afianza las desigualdades desde la cuna hasta la tumba.
Como indica Marcelo Gullo, la mala Historia forma parte esencial de la mala política y, esta Ley, es la piedra angular de la ingeniería Social antinacional.
Valga el ejemplo con la Mujeres, pues podría informarse nuestro Ministro de «Memoria contra la Historia y la Democracia» que: en tiempos de Franco, la capacidad Jurídica de las Mujeres en otros Países europeos en los años cincuenta y sesenta, era irrelevante, incluyendo el Reino Unido; o que en Suiza no hubo sufragio femenino hasta los setenta.
Hasta hace apenas media docena de años, en Francia la Mujer, al casarse, no solo perdía su apellido, como en los demás Países europeos, sino también su Nombre de pila. Actualmente aun se aplica en Alemania.
Y finalmente, nada dicen las feministas progresistas sobre los Derechos de las Mujeres musulmanas que viven en España y el mundo, no vaya a ser que, a pesar de las subvenciones, vayan a perder un caladero de votos «progresistas».
Todo es un rentable ejercicio de cinismo político, y la Sociedad Civil, debe saberlo como se describe en el Artículo siguiente, de RAMÓN PÉREZ-MAURA…
Memoria democrática: ni un paso atrás
«Como desgraciadamente para ellos ya no les queda ni Franco, ni José Antonio, ni Queipo de Llano por desenterrar, la estrategia es remover el odio contra quienes no creen que la polarización es útil. Estos quieren imponer su falsa verdad. Su tiranía intelectual»…
