España, en su ensoñación democrática, se ha despertado rodeada de corrupción.
El PSOE y sus votantes tenían una importante debilidad que es la inestabilidad de sus principios, y claro, por esa brecha se les han colado los corruptos que han llegado, no a servir al Partido ni a España, sino a servirse de ambos.
Esa corrupción ha herido de muerte al PNV y al resto de sus cómplices parlamentarios, que gracias a la intercesión de Santos Cerdán (un indigno navarro con aspecto de inofensivo Sancho Panza que, además de negociador de traiciones contra España, resaltaba la esbelta figura de Pedro el sicópata) les injectó un virus mortal, que por un lado, ha dado lugar al fortalecimiento de los asesinos de Bildu, y por otro, una traición a las bases bien intencionadas del PNV.
Ha llegado pues la hora del Tic-Tac para el PNV.
Carmen Martínez Castro nos lo explica con toda claridad en el artículo de El Debate que compartimos a continuación.
Si Rajoy hubiera dimitido
«Ni Sánchez hubiera retirado la moción de censura ni el PNV hubiera apoyado a otro candidato del PP. Tenemos que agradecerle a Santos Cerdán que, por fin, haya dado carpetazo a este entuerto»…




