Progresistas

Progresistas cínicos. El caso de Podemos

La libertad de las ideas es un logro de la Sociedad moderna y la Democracia; 
sin embargo, los llamados «progresistas» se suben a lomos de ella para cabalgar hacia su egoísmo personal.

Progresistas cínicos. El caso de Podemos

Iglesias, Sánchez o Yolanda Díaz, son ejemplos de cómo predicar una cosa y practicar otra, mientras que al mismo tiempo, y debido a su clara incompetencia, arrastran a la Sociedad en dirección contraria al progreso que predican para todos, logrando solo su beneficio personal.

Alfonso Ussía lo describe con amenidad en su columna “El mérito del cambio».

Carga con ironía contra aquello que llama la transformación progresiva de quienes se elevan socialmente pero abandonan sus orígenes ideológicos. Describe el ascenso de una persona que comienza su vida profesando ideales combativos —orgulloso de ser hijo de un militante del FRAP, simpatizante de ETA, defensor de la enseñanza pública— y termina asimilando las costumbres de la alta burguesía: residiendo en urbanizaciones acomodadas, seleccionando colegios caros para los hijos, apreciando productos de lujo como carne Kobe, y participando de los eventos sociales propios de clases altas.

Para Ussía, el verdadero «mérito del cambio» no está en la mejora socio-económica, sino en la coherencia perdida: cómo se abandona la protesta y la identificación con causas populares al alcanzar influencia y posición. Critica este desliz hacia lo acomodado como una traición: no a otros necesariamente, sino a uno mismo, a los orígenes, a los ideales que dieron sentido en un principio.

El artículo retrata así una constante en la vida pública: el contraste entre lo que se proclama y lo que se practica. Según el autor, muchos que denunciaban la desigualdad, la opresión de élites o la defensa de lo colectivo, terminan consumiendo productos de lujo, buscando prestigio social, y defendiendo lo privado cuando les toca elegir para su entorno.

Con tono provocador y humor ácido, Ussía invita al lector a reflexionar: ¿Cuánto valor tienen los principios si se abandonan en cuanto se cambia de condición social? Para él, el verdadero cambio sería no caer en esa contradicción.

El mérito del cambio

«Cambiar tanto es harto complicado. Hay que demostrar un coraje y una valentía, hoy en desuso, para llevarlo cabo. Poco a poco ha ascendido los escalones que alcanzan la plataforma de la alta burguesía»…

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Fuentes

eldebate.com

i28


Autor: Redacción | Artículos
Equipo de redacción de Iniciativa 2028

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