Intervención de Isabel Díaz Ayuso, sobre «la financiación singular de Cataluña».
Pedro Sánchez atraviesa su etapa política más delicada y su supervivencia en La Moncloa está condicionada por las cesiones al independentismo y la financiación singular de Cataluña. El acuerdo, cifrado en cerca de 25.000 millones de euros, concede a Cataluña un trato privilegiado que, según sus críticos, pone en riesgo el sistema de financiación autonómica y la igualdad entre españoles.
La operación, presentada como un mecanismo singular, es interpretada como un “cupo separatista” que abre la puerta a nuevas exigencias, hasta alcanzar los 57.000 millones reclamados por los socios nacionalistas. Desde Madrid y otras Comunidades se denuncia un reparto injusto que compromete la prestación de servicios esenciales en territorios como Andalucía, Cantabria o Castilla-La Mancha.
El Pacto se produce tras la amnistía y la transferencia de competencias, y se percibe como un paso más hacia un modelo plurinacional que no figura en la Constitución ni ha sido refrendado en las urnas. La Oposición advierte de un “atraco a la nación” que alimenta la corrupción y la desigualdad, mientras el Gobierno insiste en que no perjudicará al resto de autonomías.
Con este movimiento, Sánchez refuerza su dependencia de los Partidos independentistas, a los que críticos definen como los verdaderos árbitros de la Legislatura.