Antonio Nadal, en el diariodemadrid.es, analiza críticamente la apropiación del antifranquismo por parte del PSOE, convertido en un instrumento político más que en una memoria histórica real. El autor sostiene que el Partido Socialista, históricamente enfrentado al comunismo, terminó absorbiendo al PCE y haciéndose con sus banderas, símbolos y relatos para cimentar el nuevo régimen de la Transición. Esta operación, calificada de brillante pero profundamente cínica, relegó a los comunistas a un papel marginal y desnaturalizó su sacrificio en la oposición al franquismo.
Se denuncia además la complicidad de intelectuales como Ángel Viñas o Paul Preston, cuya obra habría contribuido a reforzar un relato oficial sesgado, que presenta al PSOE como protagonista central de la lucha antifranquista. Según el autor, este discurso se consolidó gracias a leyes de memoria que restringen la investigación libre y promueven una versión única de la historia.
El texto recuerda también la dignidad de figuras y militantes auténticamente represaliados, contrasta ese legado con la farsa actual de un antifranquismo instrumental y advierte que el PSOE nunca fue, ni podrá ser, el símbolo verdadero de la Oposición al régimen. Finalmente, plantea la necesidad de un antifranquismo real, libre de intereses partidistas y revisiones oportunistas.
Del antifranquismo oficial al antifranquismo real. El PSOE y la «lucha antifranquista»
«La relación del PSOE con el antifranquismo es “hermética”, es decir perteneciente a la ciencia oculta. Convertirse en el Águila de Alejandro sólo podría hacerse revistiendo al picaflor de turbas de diseñadores de muy bajo nivel y asustar a “la derecha “de los padres fundadores»…