Desde que Pedro Sánchez llegó al poder, el manual de instrucciones de su Gobierno parece escrito para ser reescrito: promesas que se esfuman, principios tan flexibles como sus alianzas y una relación con la verdad tan ambigua como conveniente. En la Moncloa de Sánchez, la mentira se disfraza de rectificación, el compromiso dura lo que tarda en cambiar el viento político, y cada línea roja acaba convertida en simple sugerencia.
A continuación, se recogen 53 mentiras del Presidente, con rumbo firme hacia el centenar, una marca que a este ritmo no tardará en alcanzarse antes de que acabe el año.
Índice
- 1 El arte de pactar con quien juraste no mirar ni a los ojos
- 2 «Con Podemos no dormiría ni él ni el 95% de los españoles»
- 3 Cuando los números no mienten… salvo que los diga Sánchez
- 3.1 Multiplicar el PIB por cuatro (o cómo hacer magia con los números)
- 3.2 La inflación imaginaria del 2%
- 3.3 El país con menos déficit… en su universo paralelo
- 3.4 Bajadas de impuestos que subieron 69 veces
- 3.5 Empleo a granel… aunque no lo parezca
- 3.6 Más trabajo… más precario
- 3.7 Zapatero nunca congeló las pensiones. Excepto cuando lo hizo
- 3.8 El país del empleo juvenil de récord… según él
- 3.9 Una economía “como un cohete”… pero con la pobreza despegando
- 4 Cuando el virus no era lo único que se propagaba
- 4.1 Los test milagrosos que salieron rana
- 4.2 “Fuimos los primeros en confinar”… con 120 muertos
- 4.3 España, la más transparente… según él mismo
- 4.4 Oxford nos pone un 10 (spoiler: no)
- 4.5 Los test diarios que se duplicaron mágicamente
- 4.6 ¿Por qué tantos muertos? Porque somos viejos (y turísticos)
- 4.7 El fondo de recuperación europeo… con unidades equivocadas
- 5 Del código penal al código Sánchez: edición reversible
- 5.1 Indultos que “daban vergüenza”… hasta que los firmó
- 5.2 Amnistía con “luz y taquígrafos”… en Suiza y a puerta cerrada
- 5.3 Puigdemont debía rendir cuentas. Hoy, café y negociación
- 5.4 La rebelión que fue… luego ya no
- 5.5 Lawfare: ahora resulta que sí lo hay
- 5.6 Ayuso y la corrupción que no fue
- 5.7 Los terroristas de Terra Lliure y el juego del “y tú más”
- 5.8 El caso Begoña: de conflicto de intereses a drama personal
- 5.9 Feijóo no dijo eso, pero mejor acusarle igual
- 6 La España que prometió Sánchez… y la que llegó
- 6.1 Peajes que no iban a llegar, pero llegaron
- 6.2 La okupación que no aumentaba, pero sí
- 6.3 «El PP votó contra todas las leyes feministas»… menos esa
- 6.4 90.000 sanitarios más… contratados por otros
- 6.5 Reconstruir la sanidad… dejando 793.000 personas en lista de espera
- 6.6 Copagos eliminados… que seguían ahí
- 7 Sánchez y su política de “transparencia selectiva”
- 8 Prometer hasta votar… y después ya si eso
- 8.1 “Ganamos las generales, las catalanas… y ganaremos las europeas”
- 8.2 La economía “como un cohete”… con la pobreza en órbita
- 8.3 “No habrá referéndum de autodeterminación”… pero lo negocian con artículo 92 en mano
- 8.4 “No habrá amnistía”… pero se redactaba mientras hablaba
- 8.5 El “Gobierno para convocar elecciones”… que se agarró al sillón
- 8.6 El caso Marlaska y la “policía patriótica” que ya estaba desmontada
- 8.7 Las 2,5 millones de empresas destruidas… que nunca existieron
- 8.8 “Cuando llegamos al Gobierno el paro estaba al doble”… estaba al 15,3%
- 9 De anuncios de vivienda a pisos de humo
- 10 Conclusión:
El arte de pactar con quien juraste no mirar ni a los ojos
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Bildu: de «ni agua» a «aquí tienes mi voto»
Pedro Sánchez llegó a repetir, con énfasis casi teatral, que nunca pactaría con Bildu. “Ni cinco, ni veinte veces”, decía. Hoy, ese mismo partido ha sido clave en sus investiduras, presupuestos y hasta en la entrega de alcaldías como la de Pamplona. Ya no hace falta que se lo repita ni una.
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ERC y Junts: los enemigos necesarios
En 2016 prometía solemnemente que la gobernabilidad de España jamás dependería del separatismo. En 2023 firmaba con ellos su continuidad en Moncloa, incluyendo una ley de amnistía escrita a la carta. De no querer saber nada de ellos a que le redacten el BOE.
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El caso Torra: del supremacista al socio de legislatura
A Quim Torra lo calificó como el «Le Pen español». En su día, la izquierda debía plantar cara al supremacismo. En la práctica, terminó firmando un acuerdo de legislatura con Junts, el partido que le aupó al cargo.
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Puigdemont: de traerlo esposado a negociar en Bruselas
En 2019 prometía que haría que el ex-President fugado rindiera cuentas ante la justicia. Hoy, ha impulsado su amnistía y ha negociado su investidura con sus enviados. De perseguido a interlocutor.
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Amnistía: esa palabra que «jamás veríamos en el BOE»
Aseguró que lo del independentismo eran indultos condicionados, no amnistías. Hasta que llegó el pacto con Junts, y ya no quedaba duda. La Ley de amnistía era no solo real, sino parte central de su estrategia para seguir gobernando.
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«Con Podemos no dormiría ni él ni el 95% de los españoles»
Eso decía en 2019. Unos meses después, Pablo Iglesias era su vicepresidente y entraba en la Comisión que supervisa al CNI. Del insomnio a los sueños compartidos en el Consejo de Ministros.
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Venezuela no, pero sí
Llegó a afirmar que el populismo tipo chavista llevaba a la ruina. Hoy, comparte gobierno con un partido que reivindica abiertamente ese modelo. El miedo al Madurismo se quedó en campaña.
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Iglesias controlando el CNI era impensable. Hasta que dejó de serlo
Pedro Sánchez no sólo le dio una vicepresidencia a Iglesias, sino que lo incluyó en el núcleo que vigila los secretos del Estado. Nada mal para alguien que consideraba esa idea una amenaza para la democracia.
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El indulto a políticos: «me da vergüenza»… hasta que se firmó
En 2014 rechazaba los indultos entre Políticos. En 2021 liberaba a los condenados por el procés, asegurando que lo hacía por el bien del país. La hemeroteca no olvida.
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Pactar para convocar Elecciones… que nunca llegaron
Aterrizó en Moncloa prometiendo que convocaría elecciones cuanto antes. Gobernó más de ocho meses antes de hacerlo, y sólo lo hizo cuando sus socios le tumbaron los presupuestos.
Cuando los números no mienten… salvo que los diga Sánchez
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Multiplicar el PIB por cuatro (o cómo hacer magia con los números)
En un debate con Feijóo, Sánchez aseguró que la economía española crecía cuatro veces más que antes. La realidad: España creció un 3,8%, Europa un 1%. No es que nuestro PIB se haya multiplicado por cuatro, solo que nuestro crecimiento fue tres puntos mayor. No es magia, es jugar con las palabras.
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La inflación imaginaria del 2%
En febrero de 2022 aseguró que la inflación estaba en el 2%. Los datos oficiales decían 7,6%. Un pequeño desliz… de más de cinco puntos porcentuales.
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El país con menos déficit… en su universo paralelo
Dijo que España acabaría siendo la economía occidental con menor déficit. Pero la deuda pública seguía subiendo, y el déficit… también. El wishful thinking convertido en declaración institucional.
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Bajadas de impuestos que subieron 69 veces
Se jactó de haber aligerado la carga fiscal a la clase media. Lo cierto es que ha subido impuestos hasta en 69 ocasiones, según el Instituto Juan de Mariana. Debió ser otra clase media.
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Empleo a granel… aunque no lo parezca
Aseguró haber creado dos millones de empleos. Y también dijo que había más autónomos. Pues no: había 43.000 menos. Eso sí, si cuentas a los fijos discontinuos como activos… la realidad mejora sola.
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Más trabajo… más precario
Presumía de crear empleo de calidad. Pero la Contabilidad Nacional muestra que hay menos trabajo que en 2019, aunque repartido entre más personas. Más contratos, menos estabilidad.
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Zapatero nunca congeló las pensiones. Excepto cuando lo hizo
Sánchez aseguró que su antecesor no tocó las pensiones. Pero fue en 2010, bajo Zapatero, cuando se congelaron. ¿Y quién votó a favor? El propio Sánchez.
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El país del empleo juvenil de récord… según él
En un debate llegó a afirmar que España tenía más jóvenes empleados que nunca y el paro juvenil más bajo. ¿La realidad? Muy distinta. Pero el dato redondo queda bonito en campaña.
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Una economía “como un cohete”… pero con la pobreza despegando
En un foro internacional soltó que España iba como un cohete. Lástima que fuésemos líderes en desempleo de la UE, con la inflación por encima de la media y un 16% más de pobreza en el último año. El Falcon no vuela tan alto.
Cuando el virus no era lo único que se propagaba
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Los test milagrosos que salieron rana
Presumió de que España había adquirido test rápidos “homologados y fiables”. A los pocos días, tuvieron que ser devueltos por su escasa sensibilidad. Test sí, fiables no tanto.
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“Fuimos los primeros en confinar”… con 120 muertos
Aseguró en el Congreso que España fue el primer país de Occidente en imponer el confinamiento. En realidad, no lo fue. Y lo hizo con bastantes más fallecidos de los que dijo.
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España, la más transparente… según él mismo
Dijo que nuestro país era el único que notificaba todos los positivos, hospitalizados o no. Eso, claro, tampoco era cierto. Pero al menos parecía convincente en el tono.
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Oxford nos pone un 10 (spoiler: no)
Mencionó un supuesto estudio de la Universidad de Oxford que situaba a España como líder en respuesta frente al COVID. Nadie lo ha encontrado. A lo mejor lo tiene en el mismo cajón que los test defectuosos.
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Los test diarios que se duplicaron mágicamente
Afirmó que pasamos de hacer 20.000 a 40.000 test diarios. Pero dos días después, Fernando Simón hablaba de 100.000. O eran muchos, o alguien jugaba al bingo con los datos.
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¿Por qué tantos muertos? Porque somos viejos (y turísticos)
Sánchez justificó la elevada mortalidad por el envejecimiento de la población… y por el turismo. Un razonamiento tan desconcertante como irresponsable.
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El fondo de recuperación europeo… con unidades equivocadas
Dijo que la UE movilizaría 1,5 “trillones” de euros. En realidad, eran billones (europeos). Puede que el error sea académico… pero no deja de ser un presidente con doctorado en Economía.
Del código penal al código Sánchez: edición reversible
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Indultos que “daban vergüenza”… hasta que los firmó
En 2014, Sánchez aseguraba que indultar a políticos era algo que le provocaba sonrojo. En 2021, firmó los de los líderes del procés. Debió de perder el rubor entre papeles del Consejo de Ministros.
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Amnistía con “luz y taquígrafos”… en Suiza y a puerta cerrada
Prometió que todo el proceso de amnistía sería transparente. La primera reunión con Junts se hizo en Ginebra, en secreto, con mediador internacional y sin taquígrafo a la vista.
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Puigdemont debía rendir cuentas. Hoy, café y negociación
De prometer que lo traería ante la justicia a negociar con sus emisarios en Bruselas. Y entre medias, derogar el delito de sedición para allanarle el regreso. Justiciero en campaña, diplomático en la investidura.
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La rebelión que fue… luego ya no
En 2018 hablaba de «delito de rebelión» en Cataluña. Luego negó que lo fuera y eliminó el delito de sedición. Para Sánchez, los códigos legales son como apps: se actualizan según la necesidad.
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Lawfare: ahora resulta que sí lo hay
En una entrevista en TVE, denunció la “instrumentalización de instituciones públicas” para perseguir a políticos. Curioso que ahora lo diga él, después de haber despreciado esa teoría cuando venía de sus rivales.
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Ayuso y la corrupción que no fue
Vinculó a Isabel Díaz Ayuso con un caso de corrupción por un contrato de su hermano. La Fiscalía Anticorrupción lo archivó. Pero el titular ya había hecho su trabajo.
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Los terroristas de Terra Lliure y el juego del “y tú más”
Justificó su amnistía recordando indultos del PP a exterroristas. Pero fue Felipe González quien inició ese trámite. Aznar simplemente firmó el último papel. Otro búmeran mal lanzado.
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El caso Begoña: de conflicto de intereses a drama personal
Cuando salieron a la luz los negocios de su mujer, Begoña Gómez, y los posibles conflictos de interés, respondió con una carta emotiva sobre ataques personales. No se le pedía un drama, sino explicaciones.
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Feijóo no dijo eso, pero mejor acusarle igual
Afirmó que el líder del PP quería que su mujer “se quedase en casa”. En realidad, Feijóo dijo que no tendría contratos con la administración. Sánchez cambió la frase, la intención y el contexto. Todo un remix.
La España que prometió Sánchez… y la que llegó
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Peajes que no iban a llegar, pero llegaron
Negó que fuera a implantar peajes en las carreteras. Pero su Gobierno se comprometió con Bruselas a instaurarlos para 2024. Eso sí, los llamó “mecanismo de pago por uso”. Más largo, pero suena menos feo.
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La okupación que no aumentaba, pero sí
Negó que hubiese más ocupaciones ilegales. Entre 2018 y 2022, las denuncias por okupación subieron un 37% según Interior. ¿Percepción? No. Datos.
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«El PP votó contra todas las leyes feministas»… menos esa
Afirmó que el PP se opuso a todas las leyes a favor de las mujeres. Se olvidó del Pacto de Estado de 2017, aprobado con apoyo del PP y con abstención de Podemos. Omitir es otra forma de mentir.
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90.000 sanitarios más… contratados por otros
Presumió de haber reforzado la sanidad pública con 90.000 profesionales. Pero son las comunidades quienes contratan, no Moncloa. Lo único que hizo su Gobierno fue anunciar que haría fijos a 67.000… y ni eso llegó a concretarse por adelanto electoral.
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Reconstruir la sanidad… dejando 793.000 personas en lista de espera
Dijo que había reconstruido el sistema sanitario. Pero los datos reflejaban la lista de espera quirúrgica más alta desde que se tiene registro. ¿Reconstrucción? Más bien parcheo.
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Copagos eliminados… que seguían ahí
Aseguró haber eliminado los copagos en farmacia. Pero los copagos seguían activos. El titular quedó bonito, pero la receta no se surtía sola.
Sánchez y su política de “transparencia selectiva”
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El Falcon solo para lo oficial… y también para lo partidista
Aseguró que solo utilizaba el Falcon para actos institucionales. Sin embargo, hay registros de viajes a mítines, congresos del PSOE e incluso escapadas relámpago fuera del país para eventos del partido. El Falcon es suyo y se lo lleva donde quiere.
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“Puedo explicar todos mis viajes”… pero no lo haré
Presumió de poder dar detalles de todos sus desplazamientos. Lo que no dijo es que se ampararía sistemáticamente en una ley de 1968 para no hacerlo. Transparencia vintage.
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El Gobierno más opaco de la democracia
El Consejo de Transparencia ha advertido que el suyo es el Ejecutivo menos transparente desde que hay registros. Pero eso tampoco lo menciona en las ruedas de prensa.
Prometer hasta votar… y después ya si eso
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“Ganamos las generales, las catalanas… y ganaremos las europeas”
En un mitin del PSOE, se marcó un hat-trick electoral que no existía: decía haber ganado las generales (las ganó el PP), las catalanas (también el PP) y se daba por ganador en las europeas… antes de celebrarse. La realidad no suele acompañar su entusiasmo.
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La economía “como un cohete”… con la pobreza en órbita
Presumió en un foro sobre fondos europeos de que la economía española iba disparada. Mientras tanto: peor tasa de paro de Europa, inflación por encima de la media y un 16% más de pobreza. ¿Un cohete? Más bien un globo pinchado.
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“No habrá referéndum de autodeterminación”… pero lo negocian con artículo 92 en mano
Afirmó que jamás habría amnistía ni referéndum. Luego apoyó la ley de amnistía y aceptó que Junts incluya la consulta en el pacto, al amparo del artículo 92 de la Constitución. Lo negado ayer es hoja de ruta hoy.
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“No habrá amnistía”… pero se redactaba mientras hablaba
Negó una y otra vez que hubiera amnistía. Pero su partido llevaba meses negociándola con los independentistas. La firmaron con fecha y rúbrica poco después.
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El “Gobierno para convocar elecciones”… que se agarró al sillón
Cuando ganó la moción de censura en 2018, dijo que gobernaría solo hasta convocar elecciones. Pasó más de medio año antes de hacerlo, y solo porque no le aprobaron los Presupuestos. Compromiso corto, ambición larga.
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El caso Marlaska y la “policía patriótica” que ya estaba desmontada
Justificó la destitución del coronel Pérez de los Cobos diciendo que estaban “destapando la policía patriótica”. Pero él mismo había afirmado en 2019 que esa estructura ya no existía. ¿Entonces qué estaban destapando?
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Las 2,5 millones de empresas destruidas… que nunca existieron
En la moción de censura de 2023, dijo que el PP había destruido 2,5 millones de empresas. El INE refleja que, en ese periodo, se crearon más de 600.000. El Excel no miente, aunque el atril sí.
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“Cuando llegamos al Gobierno el paro estaba al doble”… estaba al 15,3%
Afirmó que heredaron una tasa de paro casi del doble que la actual (13%). Pero en 2018, cuando Sánchez llegó a Moncloa, estaba en el 15,3%. Le sobró un buen puñado de puntos en esa cuenta.
De anuncios de vivienda a pisos de humo
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Sánchez prometió construir 180.000 viviendas para facilitar la emancipación de los jóvenes.
El resultado, por ahora, se parece más a un reportaje de intenciones que a una promoción inmobiliaria real. Los anuncios se repiten, las fotos salen… pero las llaves nunca llegan. Mientras tanto, miles de jóvenes siguen compartiendo techo (y paciencia) con sus padres.
Conclusión:
Pedro Sánchez ha convertido el giro narrativo en rutina de Gobierno. Donde antes había líneas rojas, ahora hay acuerdos; donde prometía firmeza, hoy ofrece cesiones. La política, dicen, es el arte de lo posible. Pero también debería ser el arte de la coherencia. Y ahí, el actual presidente saca suspenso tras suspenso.