El diálogo aborda la evolución reciente de las relaciones entre México y España, que tras años de tensiones políticas vuelven a una fase de cordialidad diplomática. El detonante de esa tensión fue la insistencia del expresidente López Obrador en que España pidiera disculpas por los hechos de la conquista, exigencia que ha mantenido su sucesora, Claudia Sheinbaum.
El escritor y humanista Juan Miguel Zunzunegui, entrevistado con motivo de su libro Al día siguiente de la conquista, sostiene que no hubo una “conquista de México” en el sentido tradicional, sino un complejo proceso de alianzas entre Hernán Cortés y numerosos pueblos indígenas sometidos por los mexicas. Afirma que los mexicas —que sacrificaban decenas de miles de prisioneros al año— dominaban solo una parte de Mesoamérica y que muchos pueblos vieron en los españoles una oportunidad de liberarse.
Zunzunegui defiende que la llegada de los españoles trajo nuevas formas de organización, metalurgia, agricultura y urbanismo, y que la civilización virreinal resultante —mestiza y católica— es el origen de la cultura mexicana actual. Subraya que la esclavitud indígena fue prohibida desde los Reyes Católicos y que los abusos, aunque existieron, fueron perseguidos por la Corona.
El autor acusa al actual gobierno mexicano de usar el discurso antiespañol como distracción política, mientras el país sufre niveles récord de violencia, corrupción y colusión con el narcotráfico. En su opinión, el resentimiento hacia España convive con la admiración por el legado cultural del virreinato, lo que genera una “esquizofrenia histórica”: se ama lo que la herencia hispana dejó, pero se reniega del proceso que la hizo posible.
Zunzunegui concluye que México debería reconciliarse con su historia mestiza, en lugar de seguir buscando culpables de hace cinco siglos.




