Los líderes de algunos sindicatos, no todos, están actuando al dictado del Gobierno, abandonando a su suerte a sus trabajadores y afiliados, pymes y autónomos.
Los líderes de UGT, CC.OO y CGT cobran sustanciosas nóminas y prebendas así como subvenciones. Con el daño que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz junto con Podemos están infringiendo a la productividad en España, estos sindicalistas permanecen callados y solo se movilizan a las órdenes de Moncloa contra líderes del PP en Madrid, Andalucía, Valencia, etc. O también por Palestina.
Yolanda Diaz (Sumar), junto a Pepe Álvarez (UGT), Unai Sordo (CC.OO) y Miguel Fadrique (CGT) han descubierto la formula para recabar un puñado de votos: Trabajar menos horas, pagar más al trabajador y concederle más permisos. Como es sabido esta fórmula va contra las matemáticas, pero ya se sabe que los progres no la conocen ni estudian.
Al mismo tiempo, estos personajes azuzan a los trabajadores contra sus empresarios y autónomos sin contarles que la sustanciosa deducción en sus nóminas (40 %) se las llevan ellos, en lujos impropios y nada ejemplares (moda, mariscos, viajes, etc).
Hay otros sindicatos como CSIF, USO, ELA, etc. Pero solo uno de cada cinco trabajadores está afiliado.
Quizás cambiar de sindicato o darse de baja en UGT, CC.OO o CGT pudiese lograr que entrasen en razón.
La credibilidad sindicalista, Pepe Álvarez
El artículo presenta a Pepe Álvarez (secretario general de Unión General de Trabajadores – UGT) como un “burócrata profesional” que ha estado medio siglo ligado al sindicato y que nunca ha vivido la precariedad del trabajador medio.
Se le critica por llamar “privilegiados” a los autónomos, alegando que “ganan mucho dinero”, en el contexto de una propuesta de subida de cuotas para los autónomos.
Se le reprocha que posea siete propiedades inmobiliarias, incluyendo un ático-dúplex en el barrio de Gràcia en Barcelona, que supuestamente no aparece declarado en el portal de transparencia del sindicato.
Pepe Álvarez, de profesión, parásito
«En la ciénaga endogámica de la clase política y sus tentáculos, donde vividores de toda laya succionan la teta del Estado hasta dejarla seca, pocos exhiben tanto cinismo como Pepe Álvarez«…