Mientras España se desangra institucionalmente, Pedro Sánchez, el Embajador del Desorden, se embarca en una visita a Alemania que no solo resulta innecesaria, sino profundamente reveladora. En su encuentro con el Canciller Friedrich Merz, el Presidente Sánchez recibió un mensaje claro y contundente: “Alemania está con Israel”.
Un bofetón diplomático a su ambigua postura frente al terrorismo de Hamás, que en España encuentra ecos inquietantes en sus propios socios de gobierno: herederos de ETA, defensores del separatismo, y apologetas del caos.
Sánchez, el Embajador del desorden
Sánchez, lejos de asumir el papel de estadista, se refugia en eufemismos y estadísticas demoscópicas para justificar su tibieza frente al genocidio cometido por Hamás. En lugar de condenar con firmeza, se escuda en “informaciones de comisiones de Naciones Unidas” y en el supuesto sentir del “82% de la ciudadanía española”.
- ¿Desde cuándo la diplomacia se rige por encuestas?
- ¿Desde cuándo el terrorismo se relativiza por conveniencia política?
La escena en Berlín fue el espejo de su deriva: mientras Merz defendía con claridad la legitimidad de Israel y rechazaba el reconocimiento prematuro de un Estado Palestino, Sánchez balbuceaba sobre “objetivos comunes” y “amistad con el pueblo de Israel”.
¿Amistad? ¿Desde cuándo se embarga a un amigo? Porque eso es lo que prepara su Gobierno: un Decreto Ley para embargar armas a Israel, mientras calla ante los crímenes de Hamás.
Este viaje no fue diplomacia. Fue propaganda. Un intento desesperado de Sánchez por internacionalizar su narrativa, buscando adeptos en Europa para una política que en España ya huele a descomposición. Mientras Zapatero se reúne en Suiza con Puigdemont para recomponer alianzas con los fugados, Sánchez finge no saber nada. La mentira como método, la opacidad como norma.
Ante el desorden, Iniciativas
Pero no todo está perdido. Frente a este teatro del engaño, la Sociedad Civil se organiza. Emergen como faros de lucidez y resistencia. No se trata solo de denunciar, sino de construir. De movilizar a una ciudadanía crítica que no se deja seducir por el relato oficial. De recuperar el pulso democrático que Sánchez ha anestesiado.
España no necesita más visitas diplomáticas vacías. Necesita verdad, justicia y coraje. Y eso no se encuentra en Berlín, sino en las calles, en las aulas, en los medios independientes, y en cada ciudadano que se niega a ser cómplice del silencio.
Sánchez recibe un mensaje claro de Merz: «Alemania está con Israel»
«Es importante trasladarle a Israel que su estrategia está equivocada«, ha declarado Pedro Sánchez tras su reunión bilateral en Moncloa con el canciller de la República Federal de Alemania, Friedrich Merz, quien ha sido tajante: «Alemania está con Israel» y «no se plantea el reconocimiento de un Estado Palestino», que, de hecho, sería «uno de los últimos pasos en el camino a una solución»…