La Armada española y el Comandante del Furor conocen bien el Derecho internacional y lo que son aguas territoriales para esquivar estas ocurrencias que están por encima de la Ley.
Seguro que tienen clara su misión política de escolta a la demagógica “flotilla de la libertad”, y hasta donde pueden llegar, al igual que lo sabe Sánchez. Pero usan a la Armada para estirar y maquillar su Gobierno unos días, sin pensar en nada más que sobrevivir.
El Furor no cruzará fronteras de Israel y a los cobardes progres de la flotilla les entrará diarrea cuando lleguen a la zona.
Llegado el momento, Colau, Albares, Robles y Sánchez se sacarán otro nuevo conejo de la chistera, para cerrar este nuevo episodio de distracción, corrupción y malversación, mientras autónomos, empresas y trabajadores pagamos la fiesta de esta travesía, a la vez que la UCO y los Jueces independientes acaban de rematar a este bicho que se llama Pedro Sánchez Castejón.
En su columna de eldebate.com, Juan Van-Halen critica duramente la decisión del Gobierno de enviar el buque de guerra “Furor” como escolta a una flotilla que pretende llegar a Gaza. Van-Halen sostiene que esa acción es una de esas ocurrencias improvisadas del Presidente Sánchez, esta vez, lanzada sin valorar sus riesgos ni su encaje legal.
Ocurrencias por encima de la ley
«¡Hamás, grupo terrorista, defendiendo motivos humanitarios! El mundo al revés. Aunque nadie se acuerde de ellos, los tripulantes del «Furor» están en riesgo. Y son españoles que no tendrían que afrontarlo si las decisiones se tomasen desde la sensatez»…