Es cierto que el progresista, de joven, cree que el orden policial es contrario a la libertad, pero en cuanto madura un poco, o vive algún atropello en sus propias carnes, se da cuenta que la garantía de nuestra libertad, hacienda y vida contra delincuentes, se basa precisamente en las fuerzas policiales.
Pero un Sánchez que no quiere a los militares (salvo para llevarle en Falcón), y un Marlaska que tampoco quiere a Guardias Civiles y Policía Nacional (salvo para darle escolta de seguridad), nos encontramos con un Gobierno inmaduro e incompetente.
Marlaska podría, al menos, imitar un poco a Margarita Robles, que tampoco favorece a los Militares, pero al menos lo disimula.
Objetivo: hundir a la Guardia Civil y la Policía Nacional
«»Está claro que este Ministro del Interior, Marlaska, prefiere dedicarle el mismo dinero al Derecho de asilo y apátridas que a Protección Civil, lo cual demuestra la categoría humana del personaje».