Ciudadanos, compatriotas, hermanos en la lucha:
Hoy no hablamos desde la comodidad del análisis, sino desde el temblor de la conciencia y hacemos un llamamiento a la dignidad. Nuestra Patria, saqueada por décadas de corrupción, clientelismo y desprecio institucional, clama por una respuesta. No una respuesta tibia, no una que se pierda en tecnicismos o gestos simbólicos. Una respuesta real, organizada, valiente.
España no es la suma de sus Gobiernos, España es su gente:
- Es el joven que no encuentra futuro.
- El anciano que ve cómo se desmantela lo que ayudó a construir.
- El profesional que se estrella contra muros burocráticos mientras los privilegiados se blindan con impunidad.
- Es el paciente que espera.
- El agricultor que resiste.
- El estudiante que despierta.
- El autónomo que soporta,
- El profesor que educa.
- El voluntario que ayuda.
- El policía que cuida.
- El militar que protege.
- El funcionario que ayuda.
- El político que sirve.
- Y el ciudadano que no se calla.
Todos a una por España y contra los oportunistas.
No podemos seguir delegando nuestra soberanía en quienes la han convertido en mercancía. No podemos seguir callando mientras se pisotean nuestros derechos, se manipulan nuestras instituciones y se entierra la verdad bajo toneladas de propaganda.
Este llamamiento no es solo una denuncia. Es una invitación a la acción. A organizarnos, a pensar críticamente, a construir redes de resistencia y propuestas. A recuperar el sentido profundo de lo público, lo común, lo justo.
Porque defender España hoy no es ondear una bandera vacía. Es exigir transparencia, justicia, equidad. Es desobedecer cuando la ley se convierte en instrumento de abuso. Es movilizarse cuando el silencio se vuelve cómplice.
LLAMAMIENTO A LA DIGNIDAD: ESPAÑA NO SE VENDE, SE DEFIENDE. ESPAÑA NO SE CALLA. ESPAÑA SE LEVANTA.