Desde hace muchas décadas los políticos en España hablan de «Regeneración política».
Se trata de una gran ironía puesto que siempre se ha recurrido a esta idea sin que realmente quieran acometerla. Hay muchos intereses en juego, y al final, la Partitocracia se impone.
Sólo queda la Sociedad Civil organizada para quejarse y presionar al Poder político. (El ciudadano reducido a último eslabón: la traición de Partidos y políticos a la Democracia).
Entonces, si este proceso de regeneración política no es fácil, nos encontramos ahora con un corrupto como Presidente de Gobierno que ha agravado el problema y que hemos de quitarnos de encima a la vez que los ciudadanos les ponemos las pilas a los partidos de la oposición para que, de verdad, y si ganasen las próximas Elecciones Generales, se apliquen a regenerar España.
Hemos seleccionado el siguiente artículo de Rafael Jiménez Asensio, donde explica con gran claridad «Como se ha construido el Sanchismo«.
- Se manipulan los relatos oficiales para vender mentiras como si fueran soluciones.
- La regeneración política se convierte en fachada: se exhuman planes y agencias anticorrupción, pero todo sigue bajo el control de quienes ascendieron gracias a esas mismas redes clientelares.
- Promesas huecas envuelven la inacción real, mientras los protagonistas de la corrupción son reciclados para mantener el Poder, disfrazando así el inmovilismo político de cambio.
La milonga de la regeneración política
«Para el Regenerador, la moral es un mito«. (Leopoldo Alas, Clarín, 1899).
«Aquella noche, tras los enésimos escándalos que habían estallado el día anterior, el presidente durmió mal. Se despertó temprano. Dio mil vueltas en la cama y otras tantas a la cabeza. Tenía la faz demacrada»…