LA TRANSICIÓN, LA DESTRUCCIÓN DEL PCE, EL PARTIDO DE LA CORRUPCIÓN ACEPTADA COMO TEORÍA Y MÉTODO: El PSOE.
Antonio Nadal.
La “Transición “es un proceso más profundo que la indefinición politológica o periodística… Al menos desde las huelgas estudiantiles de 1956 o la “apertura” económica del Régimen en 1959, se superponen muchos elementos nuevos y viejos. La muerte de Franco es para los politólogos o los sociólogos un punto de referencia. No para la Historia. La “celebración” del gobierno social-comunista de la muerte de Franco como año de referencia es una caricatura. No merece una sola referencia.

En consecuencia el papel histórico del PSOE en la Transición fue menor. Hasta 1975-76 el socialismo inducido desde el exterior, permitido e impulsado desde el interior del Régimen, fue desconocido en los campos trágicos de la Oposición Democrática. Su legitimidad se reinventó desde el recuerdo acrítico de la República. Nunca desde el Antifranquismo.
La Invención de la Historia ha afectado hasta el absurdo a los “nacionalismos”, que se han autoproclamado milenarios, en la redefinición y vuelta a la exaltación del Feudalismo, frente al Estado Moderno. También al PSOE que desde el poder, con la “inteligencia” a su servicio, han creado, de la nada, una realidad histórica inexistente.
Cómplice ha sido el silencio del PCE, resultado de su propia supervivencia succionado por el PSOE, ha completado una ficción malvada. Hay momentos donde existieron los héroes y la utopía. Todo ha sido borrado de los capítulos fenecidos del silencio.
Se ha escrito tanto y tan irrelevante que el tiempo, solo el tiempo, arrumbará las falsas banderas. Los libros, por ejemplo, sobre A. Guerra o sus Memorias, pertenecen al campo de la Estúltologia. Y uno se ve obligado a ser un Estúltogo, tratando de encontrar algunas razones, informaciones o proclamas de personajes tan mediocres. Pero no caben las mentiras al revés. Jamás políticos algunos, en la Historia de España, tuvieron en sus manos el Estado como estos dos personajes sevillanos. Y las causas sociales que provocaron esta situación deben ser definidas o cuanto menos tratar de hacerlo.
Posiblemente la primera posibilidad de éxito fue la condición limitada del PCE. El heroísmo del PCE atraía por su valor y sacrificio. Pero solo la lectura de Mundo Obrero te alejaba de un mundo oscuro e impenetrable cuando se avanzaba en su conocimiento, sus dirigentes, llenos de heridas y cárceles, pertenecían, por el implacable devenir de la Historia, a otro mundo que por desconocido, era incomprendido aunque no rechazable.
Fue asaltado desde la izquierda comunista. El final del franquismo desestructuraba todo, el propio régimen y al PCE. Pero era flor de un día. La “izquierda” del PCE no tardó en incorporarse al PSOE. Gominolas rojas a céntimos.
El gran partido de la izquierda española fue arrasado por el contrasentido de los mitos en las sociedades avanzadas, por tantos años de anticomunismo y gran parte de la sociedad española, que quería huir del pasado, de todo el pasado.
El PCE traspasadas las escasas generaciones de la Utopía y aparecido con los rostros, las caras, de 1936, se lanzaba al desierto ahora democrático, al abismo inevitable. El solo. Santiago Carrillo era el símbolo del error previsible. El PCE se quedó con 4 diputados. El ciclo había terminado, no tocaba los nuevos páramos de las clases medias, afianzadas por el crecimiento económico….
Las agitaciones militares, la veda abierta contra el PCE, eran los estertores del franquismo. Tiempos cortos. Golpear hasta dejar exhausto pero no muerto. Era la guerra preventiva. La victoria estaba en las mentes más plecaras. El PCE moriría con el franquismo.
Finalmente, y no por último, se encargó el PSOE de acoger, en la traición, a los ‘desencantados” comunistas. Este fue un trabajo escasamente original. Está escrito en la condición humana. Hoy todos poseen “charletes”,hijos bien colocados, y han disfrutado de la vida.
Siento tristeza cuando veo antiguas fotografías del PCE, tantos corrieron a “hacer la revolución” al PSOE, a los cargos bien remunerados. Si bien el PSOE siempre los utilizará para una legislatura o un cargo relativamente provisional.
Pedro de Tena y A. Barreda han realizado una interesante relación de estos “arrepentidos “del PCE: ”Desde la época en que el PSOE andaluz ganó las elecciones de 1982 y, sobre todo, las municipales de 1983, hay un continuo mordisqueo de «higadillos» o, en su caso, festín de grandes trozos hepáticos protagonizado por el PSOE andaluz. Los hermanos Pablo y Pepe Recio Arias, hoy saludables hombres de negocios, sobre todo el segundo, pieza clave de Solchaga, fueron de los primeros en dar el salto junto con Fernando Soto, ex secretario general del PCE andaluz y procesado en el famoso caso 1001. Luego vinieron Amparo Rubiales, Javier Pérez Royo, Alonso Balosa, Herminio Trigo y otros muchos. Fue sonada la marcha del líder de CC.OO Andalucía, Antonio Herrera, como lo fue la de Antonio Gutiérrez, a escala nacional. La última comilona de hígado con escandalera fue la que se llevó el bocado la Ministra Rosa Aguilar, ex alcaldesa comunista de Córdoba.
En el resto de España el trasvase de dirigentes comunistas hacia el Partido Socialista comienza en los primeros años de la democracia. Ya en 1982, los diputados y dirigentes del Partido Comunista de España Pilar Bravo, Manuel Azcárate y el secretario general de los comunistas vascos, Roberto Lertxundi, dieron el paso. Otros ilustres que ya habían dejado el PCE o lo hicieron después fueron Jordi Solé Tura , Enrique Curiel, José Antonio Mohedano, Vicente Álvarez Areces -que presidiría más tarde el Gobierno autonómico de Asturias-, e incluso mucho antes, como fueron los casos de Jorge Semprún (después, ministro de Cultura con el PSOE) y Enrique Múgica (también ministro socialista y Defensor del Pueblo).
La segunda sangría se produce en 1986. Santiago Carrillo había sido expulsado del partido. Surgía una nueva formación, el Partido de los Trabajadores-Unidad Comunista, con un buen puñado de dirigentes del PCE de todo el país. Tras su fracaso electoral, la inmensa mayoría de sus militantes -no así Carrillo- se integraban en el Partido Socialista. Carrillo lo hizo después.
En 1996, apareció la corriente Nueva Izquierda, liderada por Cristina Almeida, Nicolás Sartorius y Diego López Garrido. En 1997, tres diputados de IU pertenecientes a Nueva Izquierda rompieron la disciplina de voto y se negaron a rechazar la reforma laboral en el Congreso. La Presidencia Federal de Izquierda Unida los sancionó y también apartó de la dirección federal a Diego López Garrido, Juan Berga, Jerónimo Andreu e Isabel Vilallonga. En 1999, el PDNI alcanzaba un acuerdo electoral con el PSOE y en octubre de 2000, decidía su integración en el Partido Socialista. Diego López Garrido, Enrique Curiel, Cristina Almeida o Carlos Carnero entre ellos.
Luego vino la espantá de José Luis Nieto, el concejal de la capital de España Manuel Lindo, el alcalde de San Sebastián de los Reyes, Ángel Requena, y Felipe García Labrado (concejal en Getafe). Lo de Rosa Aguilar ha sido la guinda.”
La fila de campanilleros es inmensa. En Málaga, en 1982,dijeron adiós con el corazón medio partido: García de Arboleya, después Consejero de Sanidad en la Junta, Ignacio Trillo, después Delegado Provincial de Media Ambiente de la Junta, Rosario Peral, Gobernadora Civil que fue. Y aún esta quiebra muchos de los que quedaron, y no cedieron en su empeño de “pactar “con el PSOE, experimentaron el deseo, y de hecho, comieron y bien, en las Diputaciones Provinciales, camuflados en cargos de confianza.
La táctica de destrucción del PCE se halla en la biografía del PSOE. Para que haya corruptos tiene que haber patronos de la humillación. Corrupción y concusión.
El hecho es que la escenificación exigía nuevos personajes. La recitación de nuevos vates. La teatralidad de nuevos actores.
Partido y Corrupción.-La Oposición al Franquismo fue un movimiento amplio, contradictorio, paradójico. Como en la Revolución Francesa se alinearon desde los nobles a los sans culottes. Y aquella amalgama no resistió más unión que la destrucción del irresoluble acuerdo.
En tal inseparabilidad no existió la anastomosis. Por allí, aprovechando la generosidad y el desprendimiento de lo que nacía y moría, se maridan los saqueadores y llegaron para quedarse, es decir para continuar. Un sector de la contrarrevolución se hizo cargo del cambio. Parte de lo que se infiere de la “pacífica” transición se debe a este proceso.
No hablo, desde luego, de las fracciones del franquismo o provenientes del régimen por dislocación, que negociaron-para autoextingirse- con la Oposición, me refiero a aquellos que directamente, en la confusión del relámpago y por la ambición de los traidores, se aparearon al PSOE. Hubo alguna lista al Congreso del PSOE en Málaga con un ex-Comandante de la Armada, un Director de un antiguo colegio de la Falange y el resto provenientes del Sindicato vertical. El fraude histórico no es el olvido. Aunque fuese el olvido su secuencia tramposa después los mentirosos han sido los más radicales sectarios.
La imposición y compromisos con y hacia el SPD o la CIA exigían este perfil de militante. Era de extrema magnitud el proyecto que se avecinaba. El Dúo sevillano tenía como primer y gran objetivo la construcción de un “gran” partido. Limpiar el PSOE de elementos “indeseables”. Despejar la carretera de señales “socialistas” de partidos neonatos. El comunismo se suponía superado en democracia, ya lo había sostenido con claridad el SPD….Y fueron cayendo, los “socialistas nacionalistas” por incapacidad propia y ausencia de “mercado”
unos, comprados otros, vendidos los más…
No había mejor militante que “el agradecido” oriundo o extracomunitario del PSP, de los partidos socialistas de las “nacionalidades”. Reconozcamos aquí la resistencia que opuso ASA después PSA de Rojas marcos, Arredonda… el tiempo que pudo o quiso.
La insistencia en la eliminación del socialismo surgido tras la guerra civil fuera del PSOE, se convirtió en la primera prueba para los inventados dirigentes. La prueba fue brillantemente superada.
El desierto en que habitaba la inexistente ‘derecha”, invitó a la histórica posibilidad de agrupar al conjunto, la práctica totalidad de la sociedad en un solo Partido. González en el centro-derecha. Guerra en la izquierda e extrema-izquierda.
Estas propuestas conducían inexorablemente a una situación “totalitaria”. Después de 1982 la democracia española fue “totalitaria”. Controlaban, salvo algunos resquicios nacionalistas, ayuntamientos, diputaciones, Comunidades autónomas, gobierno y Estado. Un hecho de naturaleza histórica y democrática: partido-estado fundido sobre una decidida aceptación de los españoles. No era demasiado diferente a la pretensión del PNV de ensamblar partido- nación-estado vasco. La derecha ya quería heredar. Era tan perfecto el gozo que querían ser iguales.
La pregunta correctamente planteada se centraba en que pudo ocurrir para que esta sociedad diera y durante tanto tiempo su confianza a un grupo de recién llegados a un partido cuya trayectoria antifranquista había sido desconocida. La tendencia a considerar la Historia como ”progreso” heredada de los Ilustrados es hermosa. También incierta.
Una sociedad débil fue conquistada por un partido fuerte. Aprovechó un repunte corto, un tiempo corto, y desde la solidez de la organización irradió primero a la organización interna, después a instituciones más directas como los ayuntamientos, y como culminación el gobierno del Estado.
El eje conductor fue “la corrupción” asentada en la mentira, en la represión silenciosa, en la eliminación pública y privada de aquellos escasos miembros de la sociedad que conocían el monstruo de la serpiente.
La anti-lógica se definió de esta forma, rápida e intensa. Desde el partido al Estado el asentamiento de la corrupción, primero de militantes de compraventa, después la transmisión inevitable al Estado. Y la sociedad seguía bendiciendo el sistema.
Nos vamos a ocupar de lo contrario. Como un gran partido unificado, mediocre, que respondía a la revolución de las medianías, ocupa el sistema político con los mismos métodos aplicados en el partido.
En tan gran éxito se inculcaban riesgos varios y no menores. El tacticismo, el cortoplacismo, apareció siempre en las mentes o proyectos de cabezas irrelevantes para la Historia. Por eso grandes estrategas aparecen pocos en la Historia.
El diseño, el plan de los Generales (SPD, CIA, SECED) que transmitieron a los soldados de Sevilla, no carecía del fulgor del brillo y de la indiferencia a las masas. La ejecución fue perfecta. No hay ironía. Extraer de la nada un partido con el que cubrió España en unos años es un trabajo perfectamente ejecutado.
Pero este monumental y luminoso cambio estaba asentado en pilares incandescentes, es decir propenso a apagarse. La mentira se asomó como la lógica aceptaba. La eliminación social como actos perfectamente asumidos. Una frase muy utilizada por aquellos socialistas me parece simboliza” usted falta a la verdad”. Jamás decían: es mentira. La mentira era un tótem. De la mentira vivieron hasta hacerse epistemología.
La entremezcla de intereses corruptos que impidiera a cualquiera salir del laberinto informando sin auto inculparse, el miedo a ser imputado sabiendo que se ahogaba entre medios de comunicación que te machacaban, el silencio que tenías que guardar por tu propia responsabilidad, después se entraba en tu vida privada y su eliminación llegaba a la plaza pública. Fueron magistrales. Visto con esa perspectiva, Alfonso Guerra fue un sabio. Solo en eso. La izquierda, el PSOE, no solo mataba, denigraba sin piedad. Te veían desde los coches oficiales mientras preparaban los primeros estudios.
La táctica de la mentira como anti-lógica aceptada por la sociedad, la construcción de un partido-estado fundado sobre el disfrute del poder, se acaba. El ciclo se termina, pero ha dejado la semilla de la infamia y la destrucción de la política. Los demás partidos, han aprendido y para atajar al PSOE han venido utilizando la misma táctica.
Ahora se dice que el PSOE de Zapatero, la imperfecta dictadura de Sánchez, es diferente a aquellos “grandes” políticos que fueron González-Guerra. En absoluto. Es el ciclo en estado de descomposición. González –Guerra no habitó con oposición alguna. Ni necesitaron ayudas. Acudieron presurosos a entregarse los enemigos. Si hubieran necesitado, cualquier cosa, abrina empleado cualquier método. Y de esa forma llegaron al poder tras extraños e inexplicados acontecimientos violentos y previsibles.-Si, previsibles