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En España, el gasto público está al límite del colapso
Desde 2024 a 2025 ascendió más de un 10,9%.
En 2024, el gasto público español alcanzó los 722.846 millones de euros, una cifra ya elevada en comparación con ejercicios anteriores. Sin embargo, las previsiones para 2025 apuntan a un salto sin precedentes: 801.646 millones de euros, lo que supondría un aumento del 10,9% en tan solo un año.
Este crecimiento no se explica por una única causa, sino por una combinación de compromisos ya adquiridos, políticas expansivas y la ausencia de reformas estructurales que contengan el gasto.
Las partidas que impulsan el aumento del gasto público
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Pensiones: +11.000 millones de euros, debido a la revalorización ligada al IPC y al efecto del envejecimiento poblacional.
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Salarios públicos: +10.000 millones, fruto de subidas retributivas pactadas y ampliación de plantillas.
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Defensa y rearme europeo: +17.000 millones, para alcanzar el 2,1% del PIB en gasto militar.
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Intereses de la deuda: +6.500 millones, consecuencia directa de un endeudamiento elevado y de la subida de los tipos de interés.
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Sanidad: +5.500 millones, sin reformas profundas en el sistema.
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Educación: +3.500 millones, igualmente sin reestructuración del modelo.
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Infraestructuras: +13.000 millones, según estimaciones de SEOPAN.
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Vivienda: +8.000 millones, con programas que no han resuelto los problemas de acceso ni los precios.
¿Cómo se financiará?
La previsión del Gobierno se basa en una combinación de mayor presión fiscal y nuevo endeudamiento. Sin embargo, con una deuda pública que ya ronda el 110% del PIB y una carga de intereses creciente, esta estrategia plantea dudas sobre su sostenibilidad.
Expertos y organismos como la AIReF han advertido que, sin reformas estructurales, el País se encamina hacia un Estado hipertrofiado, con un gasto rígido y difícil de reducir incluso en escenarios de crisis.
Un riesgo cada vez menos teórico
Durante años, el riesgo de quiebra fiscal se percibía como un escenario remoto. Hoy, con un gasto que crece a doble dígito y un sistema de ingresos muy sensible al ciclo económico, esa amenaza se proyecta como una sombra real sobre la economía española.
La cuestión central no es solo cómo pagar este gasto, sino si los ciudadanos y las empresas están dispuestos a sostener un modelo que crece sin un control efectivo ni evaluaciones de eficiencia.
España al borde del colapso por José Ramón Riera