El 1 de abril de 1939, Francisco Franco firmó el último parte de guerra, declarando oficialmente el fin de la Guerra Civil Española.
Este es el texto del comunicado:
En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares.
La guerra ha terminado.
Burgos, 1.º de abril de 1939, año de la Victoria.
El Generalísimo, Franco.
Relación entre el golpe socialista de 1934 y la política actual
El levantamiento socialista en Asturias de 1934 fue un intento de insurrección violenta contra el gobierno legítimo de la Segunda República, liderado por el PSOE y la UGT. Esta revuelta se produjo tras la entrada de ministros de la CEDA en el gobierno, lo que la izquierda consideró inaceptable. Con el apoyo de la Generalidad de Cataluña, la insurrección fue reprimida por el ejército bajo el mando de Franco, dejando claro que la izquierda no dudaba en recurrir a la violencia cuando el resultado electoral no le favorecía.
Si observamos la política del actual gobierno socialista en España, se pueden establecer ciertos paralelismos.
Hoy en día, aunque las circunstancias son distintas, se repiten patrones preocupantes:
- La deslegitimación de la oposición.
- La erosión del poder judicial.
- La manipulación de la historia.
- Y la promoción de leyes que buscan reescribir el pasado a su conveniencia.
La Ley de Memoria Democrática, por ejemplo, es un intento de imponer una visión parcial de la historia, ignorando la violencia de la izquierda en los años 30 y culpando exclusivamente a la derecha del conflicto.
Además, el uso del poder para modificar las reglas democráticas y favorecer a los aliados políticos recuerda los intentos de 1934 de imponer por la fuerza lo que no consiguieron en las urnas. La ley de amnistía para los separatistas catalanes, los indultos por malversación y la presión sobre el Tribunal Supremo e injerencias del Tribunal Constitucional sobre el poder judicial muestran muestran que el PSOE sigue sin aceptar plenamente la separación de poderes cuando no le beneficia.
El paralelismo es claro:
- En 1934, el PSOE intentó subvertir el orden constitucional con violencia.
- Hoy lo hace con leyes hechas a medida y control de las instituciones.
Aunque las formas han cambiado, el objetivo sigue siendo el mismo: el poder absoluto a cualquier precio.
Fuentes: